Cuando tu máxima fortuna es compartir con otras personas tus logros diarios, tu esfuerzo, tus recompensas.
Cuando no piensas más allá de entrenar día a día, superarte, lograr todo juntos.
Cuando las adversidades se llevan mejor en compañía porque compartiendo lo negativo se divide, y compartiendo lo positivo se multiplica.
Cuando no hay más camino que seguir hacia delante, por una meta, un objetivo que nos iguala a todos y nos deja al lado, nunca frente a frente.
Cuando buscas, y solo tienes que mirar a derecha o izquierda para encontrar ese apoyo.
Cuando lloras, de emoción, dolor, alegría y siempre es compartido por el resto de tus compañeros.
Cuando vale más intentarlo de nuevo que tirar la toalla.
Cuando luchas.
Cuando insistes.
Cuando aprendes.
Cuando te superas.
Soñar, superarse, triunfar juntos... eso es un equipo, ese es nuestro equipo. EVM.
